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Galeria Fucares Almagro: ROBERTO INFANTES - 3 Oct 2009 to 12 Dec 2009 Current Exhibition |
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Roberto Infantes, "S/T", 2009
Acr�lico y l�piz de acuarela sobre Hahne 86 x 91.5 cm |
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ROBERTO INFANTES �Inexcusable cities� Opening: saturday 3th October 2009 / 8pm Exhibition: from October 3th to December 12th 2009 The city is the metaphor par excellence of contemporariness. That which signals modernity is city life. Man (civilised man) cannot be understood without the city. Wrapper and dream. Cellophane and coffin for progress. Civis and dump. The city is an artefact inhabiting us, building us. To our great regret, even if we choose to disbelieve or flee, cities live in us � cities that do not belong to town planners nor to architects, nor to politicians, �nor to God or to anybody�, in the verses by Garc�a Calvo. The modern city is the scenery of that which is real, the appearance of that which is real and has been sublimated as territory, the trace of a very short historical route in the wide arc of time that comprises the history of the world. However, we identify city and world, city and history, city and man, civis and reason, polis and progress. The work by Roberto Infantes in this first solo exhibition seems to place itself on that state of things � on that accumulation of accumulations � that is our modern urban environs, so as to establish a new set of semantic reverberations. As if from the phenomenon of the edified city, post-constructivist reasoning sprang � uncertainties about its actual cartography, abyssal crevices that heralded a new status of that feeding reality that inhabits us. R. Infantes starts from beautiful perspectives of cities, from aesthetic metropolitan framings, from perfect symmetries in black and white, from recognizable urban angles � from evidences of a canonical architecture formed by vertical and horizontal lines, by vanishing lines and geometries taken from that which is visible. And from this point, he seeks an internal and at once external weave of that which is real. A weave made out of contradictions which would lie, on the one side, in a fully powerful chromatic concept � but applied to the medium with a weird and subtle good taste � as against a photographic negation of colour; and on the other side, in his seaming together photography and painting. And this in turn rather twists the visual elements by his incorporating painting sometimes even on the transparency of glass, which may lead us, almost unsuspectedly, to recognize an experience that has, in my opinion, a more neatly conceptual character. A work whose exactness and technical making dodges the aestheticism of the immediate. The fact of walking on that uncertain edge of an apparent � paradoxical � preciousness should be interpreted as an ironic loop of a strictly personal nature. By this I mean an apparent beauty of the contrived document as regards the pictographic nature of the first medium (photography of urban abodes inhabited by man and his actions) and a play of transformation versus destruction from that very visual (apparently �beautiful�) cartography. In sum, a look at a moving space under the strain of opposites � plus I don�t know how much of deconstruction or of extinction of that which is real, or of reconstruction towards a new sense of the geometrical. Thus, Roberto Infantes�s cities become enigmatic under that rain of sharp colours that flows from their guts, perhaps graceful in this so cinematographic black and white, so apparently sumptuous and beautiful, like a ceremony of the unsuspectedly chaotic � yes, a ceremony of the inexcusable. Jos� Luis Loarce Ciudad Real, September 2009 ROBERTO INFANTES �Ciudades irremisibles� Inauguraci�n: s�bado 3 de octubre de 2009 / 20h Exposici�n: del 3 de octubre al 12 de diciembre de 2009 La ciudad es la met�fora por excelencia de la contemporaneidad. Lo que signa la modernidad es la vida en las ciudades. El hombre (civilizado) no se entiende sin la ciudad. Envoltorio y sue�o. Celof�n del progreso y f�retro. Civis y muladar. La ciudad es un artefacto que nos habita, que nos construye. Viven las ciudades en nosotros mal que nos pese o descreamos o huyamos. Ciudades que no son ni de los urbanistas, ni de los arquitectos, ni de los pol�ticos, �ni de Dios ni de nadie� en los versos de Garc�a Calvo. Es la ciudad moderna el decorado de lo real, la apariencia de lo real sublimado como territorio, el trazo de un trayecto hist�rico muy corto en el amplio arco de tiempo que constituye la historia del mundo; sin embargo identificamos ciudad y mundo, ciudad e historia, ciudad y hombre, civis y raz�n, polis y progreso. La obra de Roberto Infantes en esta primera exposici�n en solitario parece como si situara sobre ese estado de cosas, sobre esa acumulaci�n de acumulaciones que son nuestros modernos entornos urbanos para establecer una malla de nuevas reverberaciones sem�nticas. Como si al fen�meno de la ciudad edificada le empezaran a brotar argumentaciones poscontructivistas, incertidumbres en su cartograf�a real, grietas abisales que anunciaran un nuevo estatus de esa realidad nutricia que nos habita. R. Infantes parte de bellas perspectivas de ciudades, de est�ticos encuadres metropolitanos, de perfectas simetr�as en blanco y negro, de reconocibles �ngulos urbanos, en suma de testimonios de una arquitectura can�nica conformada por verticales y horizontales, por l�neas de fuga y geometr�as de lo visible. Y a partir de ah� busca una trama interna y a la vez externa de lo real. Una suerte de trama de contradicciones que estar�an, por un lado, en el concepto crom�tico con todo su poder �pero con un extra�o y sutil buen gusto en su aplicaci�n al soporte� frente a la negaci�n fotogr�fica del color, y por otro en la recostura que se opera entre lo fotogr�fico y lo pintado; que a su vez retuerce un tanto lo visual al incorporar en alg�n caso la pintura incluso sobre la transparencia del cristal, lo que nos llevar�a, casi insospechadamente, a reconocer en mi opini�n una experiencia de orden m�s netamente conceptual. Trabajo de una precisi�n y una factura t�cnica que sortea el esteticismo de lo inmediato, el hecho de circular sobre esa incierta cuchilla del preciosismo aparente �parad�jico� debe interpretarse como un bucle ir�nico de naturaleza estrictamente personal. L�ase: belleza apariencial del documento forzado en cuanto la naturaleza gr�fica del primer soporte (la fotograf�a de habit�culos urbanos habitados por el hombre y sus acciones) y transformaci�n versus destrucci�n desde esa misma cartograf�a visual (aparentemente �bonita�). En definitiva una mirada sobre el espacio en movimiento, en tensi�n de contrarios, y no s� cu�nto de deconstrucci�n o de extinci�n de lo real o de reconstrucci�n hacia un nuevo sentido de lo geom�trico. As� estas ciudades de Roberto Infantes devienen enigm�ticas bajo esa lluvia de colores afilados que brota de sus entra�as, acaso elegantes en ese blanco y negro tan cinematogr�fico, tan aparentemente suntuoso y bello, como una ceremonia de lo ca�tico insospechado, s�, de lo irremisible. Jos� Luis Loarce Ciudad Real, septiembre 2009 |
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